SÉBASTIEN LOEB NO DEJA DE SORPRENDER

Aunque las diferencias suelen ser muy pequeñas sobre el asfalto en este rally, la aparición prevista de la lluvia en esta segunda etapa (121,80 km en 7 especiales) dejaba presagiar una jornada especialmente animada y que la elección de neumáticos sería determinante.

A pesar de no haber rodado bajo la lluvia en un rally desde hace cinco años, Sébastien Loeb dejaba ver sin embargo su inmensa experiencia por la mañana para recuperar sus referencias, a pesar de una elección de neumáticos que estaba lejos de ser óptima (cinco neumáticos Michelin lisos). Una vez tomadas las medidas, el nueve veces campeón del mundo de rallys decidía conservar estas gomas por la tarde, a pesar de que las carreteras estaban mojadas, y volvía a demostrar su increíble capacidad de adaptación. Gracias a un scratch en la ES12 (21,26 km) en lo más enconado de la batalla por el título, se colocaba en tercera posición, aunque sólo a 3’’3 del segundo y a 8’’0 del primero en la víspera de la última jornada de carrera.

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