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10 sept 2011

Los Citroën intentan recuperar el tiempo perdido

Tras tomar hoy la salida bajo la categoría de SupeRally, los dos coches del Citroën Total World Rally Team han dado un gran espectáculo en su recorrido por las especiales del Rally de Australia. Sébastien Ogier y Julien Ingrassia han ascendido hasta la undécima posición de la general y pronto estarán situados entre los 10 primeros. Sébastien Loeb y Daniel Elena son decimoséptimos. Los DS3 WRC oficiales están en posición de marcar puntos para el Campeonato del Mundo de Constructores.

Los Citroën intentan recuperar el tiempo perdido

Cuando los DS3 WRC números 1 y 2 regresaron al parque de asistencia ayer por la tarde, inmediatamente los mecánicos de Citroën Racing se pusieron manos a la obra. Los dos vehículos estaban como nuevos por la noche. Los hombres que los repararon tuvieron un duro trabajo durante tres horas y eso les permitió situar a los vehículos en la salida para la disputa de la segunda etapa del rally.

“Este fin de semana los mecánicos han tenido más mérito que los pilotos”, subrayó Sébastien Loeb. “Mi coche tiene todavía las huellas de las cuatro vueltas de campana que di, pero sólo es cuestión de estética. Hay que felicitarles por el estupendo trabajo que han realizado”. Sébastien Ogier, que fue mecánico de carreras antes de ser piloto, también apreció la gran labor realizada: “Reconstruir dos vehículos en tan sólo seis horas es una gran hazaña. Estaban seriamente dañados, como un bastidor torcido en mi coche que tuvo que ser enderezado”.

Tras pasar el primer día por los bosques del oeste de Coffs Harbour, los pilotos se dirigieron hacia el sur. Las especiales de la segunda etapa discurrieron a través de campos y prados similares a los de Nueva Zelanda.

Los pilotos Citroën, conscientes de que sus posibilidades de conseguir un buen resultado final son muy pequeñas, intentaron luchar para conseguir el mayor número de puntos posible para el Campeonato de Constructores. La primera pasada por los tramos les sirvió para revisar que todo estaba en perfecto estado en sus monturas. “Todavía nos quedan por hacer algunos pequeños ajustes en el tren de rodaje, pero en general todo está bien”, comentó Loeb a su vuelta al parque de asistencia. “Sabíamos que el motor había sufrido ayer, ya que hice algunos kilómetros con el radiador agujereado”, añadió Ogier. “No sabemos si aguantará hasta el final, pero por el momento el coche va a la perfección”.

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