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17 abr. 2024
Herencia Citroën: el pionero Traction Avant, un modelo que rompió conceptos y combinó tecnologías
El 90 aniversario de un vehículo que, en los años 30, ya tenía tracción delantera y carrocería monocasco El coche fue diseñado por el escultor Flaminio Bertoni, que nunca antes había trabajado en el sector del automóvil
- El 90 aniversario de un vehículo que, en los años 30, ya tenía tracción delantera y carrocería monocasco
- El coche fue diseñado por el escultor Flaminio Bertoni, que nunca antes había trabajado en el sector del automóvil
En sus 105 años de historia, Citroën ha destacado por sus nuevas tecnologías, coches adelantados a su tiempo, llamativas piezas publicitarias e incluso su logotipo, que ha evolucionado y adquirido contornos más modernistas. Entre los numerosos modelos que han acaparado el protagonismo destaca el Traction Avant, presentado en abril de 1934 y lanzado al mercado al mes siguiente.
Traction Avant significa literalmente "tracción delantera", aunque el nombre oficial era numérico y hacía referencia a la potencia del coche: 7CV. Desarrollado por André Lefèbvre y Maurice Sainturat en sólo 18 meses, el vehículo evolucionó tanto que más de dos décadas después seguía pareciendo contemporáneo, ya que se fabricó hasta julio de 1957.
MODERNO EN TODOS LOS SENTIDOS
Quizás el coche más innovador del mundo en su época, el modelo no inventó las tecnologías que lo hicieron famoso: suspensión independiente, carrocería monocasco, tracción delantera y frenos hidráulicos. Pero su combinación era única. No es de extrañar que el coche, uno de los más atrevidos diseñados por André Citroën, fuera amado por políticos, artistas, poetas y hombres de negocios durante sus 23 años de vida, incluidas las famosas versiones presidenciales desarrolladas por Henri Chapron para el Presidente francés Charles de Gaulle.
La temprana adopción de estas tecnologías por parte de Citroën significó que el Traction Avant no sólo era un 25% más ligero que la mayoría de sus rivales de la época, sino que también tenía un aspecto radicalmente diferente. Sin un eje cardán que atravesara longitudinalmente la carrocería, era espacioso por dentro y, sin chasis ni carrocería separados, era bajo, ligero y ágil.
Una solución tan audaz que pronto se extendió por toda la industria automovilística mundial. No es de extrañar que la inmensa mayoría de los turismos que se fabrican hoy en día adopten el mismo concepto creado por Citroën hace 90 años.
El modelo también era inédito en su diseño. El escultor italiano Flaminio Bertoni, que nunca antes había trabajado en el sector del automóvil, fue elegido para diseñar a mano el Traction Avant. Aun así, el artista supo aprovechar su talento, sus conocimientos de metalurgia y las innovaciones tecnológicas para lograr una silueta aerodinámica, elegante e inconfundible. Su diseño, presentado a André Citroën en un molde de arcilla, fue aprobado inmediatamente.
VERSIONES Y DIFERENCIALES
Una de las versiones más raras del Traction Avant es la 7A, del que se fabricaron 7 mil unidades hasta julio de 1934 y estaba equipado con un motor de cuatro cilindros, 1.303 cm³ y 32 CV. Luego vinieron los modelos 7B (1.628 cm³ y 38 CV) y 7 Sport (1.910 cm³ y 48 CV). Se podía elegir entre las carrocerías Berline (sedán), Faux Cabriolet (descapotable) y Roadster (descapotable biplaza).
En 1938 apareció una versión más potente, denominada 15-Six G, que complementaba la línea, equipada con un motor de seis cilindros de 2.867 cm³ y 77 CV y suspensión hidroneumática. Esta versión del Traction Avant fue apodada “Queen of the Road” (Reina de la Carretera), por su vanguardismo, grandeza, pero también comodidad y suavidad al conducir.
Todas las versiones utilizaban una caja de cambios de tres velocidades, con la palanca, al estilo típico de Citroën, sobresaliendo verticalmente del salpicadero. La suspensión con barra de torsión independiente y el moderno sistema de dirección recompensaron el desafío con una conducción vívida e inspiradora. La “bondad” se completaba con su conjunto compuesto por motor, caja de cambios, radiador y suspensión delantera accesible a través de un capó con fijación longitudinal, facilitando la vida a los mecánicos.
Además, la carrocería monocasco también ofrecía numerosas ventajas: en términos de aerodinámica, el vehículo, al ser más bajo, tenía en consecuencia un frontal más pequeño, lo que reducía la resistencia al aire. Además, la eficacia del conjunto permitía reducir notablemente el peso, lo que se traducía en una mejora del consumo de combustible.
La suspensión independiente a las cuatro ruedas proporcionaba al Traction Avant un confort de marcha que sorprendía a todos, dotando al vehículo de una estabilidad en carretera sin precedentes para la época. Y como no tenía túnel de transmisión, utilizado hasta entonces en coches de tecnología más antigua, el interior tenía un suelo completamente plano.
El Traction Avant fue un auténtico éxito de ventas, con 759.123 unidades fabricadas. Y sigue conquistando los corazones de entusiastas y nostálgicos de todo el mundo.
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